Entre las Pruebas Moleculares, de Antígenos y Serológicas
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2, que puede provocar, desde un resfriado común, hasta enfermedades respiratorias muy graves.
¿Cómo se detecta la presencia de este virus en las personas?
Existen tres pruebas diferentes que permiten saber si una persona está infectada con la COVID-19: las pruebas moleculares, las de antígeno y las serológicas. Las moleculares y las de antígeno son pruebas de diagnóstico y las serológicas son pruebas de anticuerpos.
Las moleculares detectan el material genético del virus (RNA), es decir, al virus mismo, en las muestras de mucosa nasal o de saliva que se toman a los pacientes que se encuentran en los primeros siete días de la infección. Es fundamental que esta prueba se realice cuando hay mayor carga viral en toda la zona de nariz y garganta. Después de la primera semana, la cantidad de virus disminuye y la prueba molecular deja de ser efectiva en ese momento.
Estas pruebas son confiables, pero necesitan de un laboratorio para obtener sus resultados. Esto puede tardar horas o días dependiendo de cuán lejos esté el laboratorio que las procesa. Cabe señalar que, actualmente, en el Perú hay 54 laboratorios aptos para el procesamiento de pruebas moleculares en todo el país.
Las pruebas de diagnóstico rápido basadas en antígenos también detectan al virus, pero estas no buscan el material genético, sino identifican las proteínas que se encuentran en la parte externa. En este caso, la muestra se toma mediante un hisopado nasofaríngeo y el resultado se obtiene en menos de media hora, pues no requiere de un laboratorio para su procesamiento. Las pruebas de antígeno cuestan menos, se usan para el diagnóstico, pero también deben ser aplicadas en los primeros días de la enfermedad.
Las pruebas serológicas, en cambio, no detectan al virus sino a los anticuerpos (defensores) que aparecen cuando el organismo trata de defenderse de la infección. Estas pruebas se toman con una muestra de sangre que se obtiene cuando la persona tiene más de una semana con los síntomas de la enfermedad. Estas pruebas permiten saber si una persona tiene la enfermedad después del sétimo día de la infección o si tuvo contacto con el virus en el pasado. El resultado se obtiene en menos de 15 minutos porque solo requiere de un dispositivo similar al test de embarazo. Las otras pruebas pueden tomar horas.
Las pruebas serológicas son muy útiles en los estudios de seroprevalencia para determinar qué proporción de la población tuvo contacto con el coronavirus. No obstante, hay que tener en cuenta que hasta el momento no se sabe con exactitud cuánto tiempo dura la inmunidad de una persona que contrajo la COVID-19, pues es una enfermedad que está en permanente estudio y todavía no se le conoce en toda su magnitud.
Finalmente, se puede decir que todas estas pruebas son útiles y efectivas si se aplican para fines específicos y en el momento correcto.